Conocido ha sido el afán del Presidente Piñera por dárselas de conocedor de la historia de los pueblos y ciudades a los que llega. Loable empeño que, sin embargo, le ha valido caer en más de algún lapsus histórico y, junto a otras “lagunas” e imprecisiones, cometer un promedio de dos chascarros por semana. Recordado fue cuando, visitando la isla Robinson Crusoe, dio por cierto al personaje literario, amén de plantear en su cuenta pública que un crecimiento al 6% pondría a Chile a la misma altura de países como Checoslovaquia (ya no existe).
Su reciente paso por Magallanes, región en la cual dio inicio a la denominada Gira Bicentenario, tampoco fue la excepción. Así, cuando, en forma ferviente, resaltaba que esta región es una tierra de hazañas, pioneros y descubridores… “partiendo -remarcó- por la epopeya de Magallanes, que zarpó de España con más de 240 hombres, en la nao Trinidad y llegó a estas tierras y pasó por muchos momentos difíciles y dramáticos. Por de pronto -prosiguió-, la historia de Puerto Hambre, donde dejó a muchos, que posteriormente murieron de hambre y de ahí el triste nombre de Puerto de Hambre, que fue el origen de la colonización española en estas tierras. La nao Victoria que fue con la que se continuó la epopeya de dar la vuelta al mundo, que la continuó Sebastián Elcano, porque Magallanes murió en tierras filipinas. Y regresaron a España después de muchos años, con un puñado de hombres, porque la inmensa mayoría murió en el camino y eso es parte de la historia de estas tierras”.
Basta señalar que Hernando de Magallanes, en 1520, descubrió el estrecho que hoy lleva su nombre, pero no realizó ningún asentamiento en tierra. Lo que sí hizo Pedro Sarmiento de Gamboa, en 1584, fundador de la Ciudad del Rey Don Felipe (Puerto del Hambre).
Texto de El Magallanes (sección pa’ callao, del 22 de agosto 2010).
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